El marketing político va mucho más allá de las elecciones presidenciales. Cada acción de nuestros políticos tiene un gran impacto social. Por eso, tanto revuelo por la fallida campaña turística guerrerense.
Cuando hablamos de marketing político nos desenvolvemos en un terreno frágil, en donde todo podría salir mal. ¡Incluso cuando el error pareciera no ser tan grave en su ejecución! Esto, por lo menos, es lo que se ha estado viviendo con la campaña para incentivar el turismo en Guerrero. Es decir, apenas salió a la luz esta campaña que fomentaba reactivar el turismo en Acapulco, generó una gran polémica. Finalmente, la invitación al público joven a visitar esta ciudad tal vez no haya sido una buena idea. O probablemente, la verdadera polémica esté detrás del cierre “Mom, I’m in Acapulco”.
¿Qué hay detrás de este recibimiento tan polémico? Pero, sobre todo, ¿por qué decimos que se trata de una fallida campaña de marketing político? En este artículo te lo explicamos.
¿Por qué decimos que “Mom, I’m in Acapulco” es una campaña de marketing político?
Empecemos por la pregunta del millón: ¿por qué decimos que “mom, I’m in Acapulco” es una campaña de marketing político?
Pues bien, la respuesta es bastante simplona, por lo menos a primera vista: Porque se trata de una estrategia financiada por el gobierno de Guerrero. Y es que, en un intento desesperado por recuperar su economía, se recurrió al fomento del turismo. Sin embargo, probablemente tuvo una ejecución un tanto problemática dado el recibimiento que tuvo en redes sociales.
Finalmente, se trataba de una supuesta campaña disruptiva. La cual pretendía alentar a los jóvenes a visitar uno de los puntos turísticos más representativos del país. Sin embargo, las críticas que tuvo esta campaña no fueron muy favorables para el marketing político guerrerense. Principalmente porque unas cuantas horas después, el video sería eliminado de las fuentes oficiales.
Los principales problemas de esta campaña “disruptiva”
Algunos medios de comunicación estuvieron detrás de esta noticia luego de que estallara en redes sociales. Tal es el caso del sello Verne, perteneciente al diario El País México. En el cual, por supuesto se habla del error evidente de esta campaña de marketing para el turismo en Guerrero. Y es que, a principios de agosto, la pandemia en México estaba aún en aumento. Así, por obvias razones, resulta alarmante que, en esta campaña, el consejo político sea celebrar sin reglas en Acapulco.
De cualquier manera, cuando se publicó por primera vez esta campaña de marketing se hablaba de un concepto disruptivo. Una postura que renovaría la visión que se tiene de Acapulco como un lugar turístico clásico. Esto, por supuesto, quedaría claro al inicio del polémico video. En el cual, se hablaría de una descripción clásica de Acapulco en tonos opacos. Mientras, se reavivan los colores en una celebración desenfrenada en la que no hay reglas.
Aunque, posiblemente el problema no esté en la dirección o el diseño, ni siquiera en el empleo del lenguaje. El verdadero problema de esta campaña de marketing seguramente está desde el fondo. Una estrategia que da forma al mensaje que se desea plantear en una estrategia de marketing político.
La importancia del storytelling en cualquier campaña de marketing político
Si bien, la importancia del mensaje es fundamental para darle forma a una campaña de marketing político. Lo cierto es que existen muchas maneras de echar a perder dicho mensaje en su ejecución. Tenemos el claro ejemplo en ese momento tan criticado de “Mom, I’m in Acapulco”
Aunque, si bien, se eligió una estrategia ligeramente adecuada al seleccionar a la juventud como público objetivo. Dados los estándares del sector vulnerable ante la pandemia. Del mismo modo en que se planteó la estrategia de renovar las tradiciones de Acapulco. Darle un toque más vivo y futurista. La realidad es que todo esto fue fallido, ¿por qué?
El stroytelling de esta campaña de marketing político en particular fue descuidado en cuanto a sus valores. Y es que, el storytelling debe estar enfocado a los valores de marca ya sea personal, empresarial o política. Ahora, Acapulco justamente cuenta con un historial de tradición muy marcado que no se puede desacreditar. El abordaje de esta campaña pareciera favorecer a un sector muy particular: los jóvenes ricos de México. Dejando de lado toda la variedad de población que solía visitar Acapulco. Asimismo, se dejó de lado la mexicanidad y sus raíces, mostrando un lado muy limitado de la ciudad.
Como puedes ver, una campaña de marketing político se puede desmoronar desde cualquier flanco. Por ello, es necesario que apoyo de expertos para diseñar las mejores estrategias para proteger tu plan de acción. Obtén un contenido bien pensado y creativo con la faceta política de Mercadology.